La Cámara de Comercio de Badajoz desarrolla el programa Fomento del Espíritu del Emprendedor, financiado por el Fondo Social Europeo, que trabaja en colaboración también con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y las Cámaras de Comercio, para aumentar la sensibilización y la orientación de los jóvenes en el autoempleo y la creación de empresas.
¿En qué consiste?
El objetivo básico del Programa es promover el desarrollo de las cualidades personales relacionadas con el espíritu emprendedor, tales como la creatividad, la iniciativa, la asunción de riesgos y la responsabilidad.
Los objetivos específicos son:
– Aportar un conocimiento temprano del mundo empresarial y ayudar al entender el pepel del colectivo empresarial en la comunidad.
– Concienciar acerca del empleo por cuenta propia como posible opción profesional.
– Contribuir a una percepción abierta de la economía, en un contexto de apertura crecien- te de los mercados y de expansión tecnológica que impulsa esa apertura.
¿A quién está dirigido?
Entre las acciones desarrolladas en el marco de este programa, principalmente se compone de diversos talleres sobre emprendimiento para alumnos de educación secundaria, bachillerato y formación profesional de la provincia de Badajoz.
Mediante diversas actividades lúdico-formativas se pretende que, además de promover su creatividad e innovación, accedan a las claves para el inicio de una actividad empresarial como vía de acceso al mercado laboral.
Se procura concienciar a los alumnos sobre:
– La importancia de asumir actitudes emprendedoras en su vida diaria.
– La necesidad de la planificación y la formación para desarrollar un plan de empresa con éxito.
– La ayuda que le prestará la Cámara de Comercio en el momento en el que decidan dar el paso a la creación de una nueva empresa.
En definitiva, la finalidad que se persigue es fomentar entre los jóvenes, de forma práctica y atractiva, el espíritu emprendedor y enseñarles que existe otra alternativa al trabajo por cuenta ajena: crear su propia empresa.
Se trata de transmitirles valores como la confianza, la capacidad de asumir riesgos, el tesón, la iniciativa, la creatividad y la innovación, unos valores básicos para el desarrollo personal y las capacidades básicas de todo emprendedor.