Fiestas

FIESTA DE LA SANTA CRUZ (3-4 de mayo).

Fiesta de gran arraigo en la localidad por ser la patrona del pueblo.

Tradicionalmente la imagen de la Santa Cruz es “vestida” en el domicilio de algún vecino del municipio, contando esta tradición con gran aceptación, hasta el punto de que existe una “lista de espera” de los arroyanos para tener el honor de que la Santa Cruz salga de sus hogares para la procesión que se celebra los días 2 y 3 de Mayo, y “duerma” la noche del día 2 en sus casas.

FIESTA DEL EMIGRANTE (14-16 de agosto).

Fiesta que tiene como día principal del 15 de Agosto, día de Santa María. Se celebra en homenaje a los emigrantes que sobre todo en la década de los 60 y 70 tuvieron que marcharse de Arroyo buscando trabajo.

ROMERÍA DE NUESTRA SEÑORA DE PERALES

Se celebra el domingo siguiente al Domingo de Resurrección. Las primeras celebraciones se debieron al ofrecimiento del pueblo a la Virgen por una epidemia de cólera que asolaba la villa por el año 1872.

Hay que señalar que se trata de una romería muy importante por el gran auge que ha tenido siempre y que cada año va en aumento. La noche anterior se celebra una gran verbena en la finca donde se encuentra ubicada la ermita, con gran afluencia de público de los pueblos colindantes, que acuden tanto esta noche como al día siguiente.

SEMANA SANTA

La Semana Santa está profundamente enraizada en el pueblo arroyano; comienza con el Domingo de Ramos, con recorrido procesional por las distintas calles del pueblo con los ramos de olivo.

Mención especial merece la Procesión del Silencio, presidida por la Virgen de la Soledad, que es sacada en procesión el Viernes Santo a las 24 horas, con gran recogimiento por parte de las personas asistentes.

También hay que destacar la Procesión de los Encuentros, que se desarrolla en la mañana del domingo de Resurrección, teniendo su punto culminante en los encuentros protagonizados por las imágenes del Resucitado y de la Virgen. Se realizan tres encuentros, en los cuales ambas imágenes ” se abrazan y besan”, siendo transportadas en sus andas, tras una corta pero rápida carrera en cada uno de los encuentros.